El despido laboral es un nuevo comienzo en tu vida


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La palabra despido suena mal, hiere, te bajonea pero realmente hay todo un mundo positivo detrás de ello. Hace tres meses un amigo me contó esta historia que me conmovió y me hizo ver la vida laboral de otra manera: Él estaba trabajando como un día normal y su nuevo jefe lo llama a una oficina, lo sienta y le dice: “Lamentablemente la empresa está pensando en tomar otros rumbos, reestructurarse y en esta etapa tú ya no formas parte”. Luego de estar un minuto con la mente en blanco mientras por un oído entraba las palabras de su jefe, salían por la otra oreja; respiró hondo y dijo dentro de sí mismo: “Este es un nuevo comienzo en mi vida”.

En primer lugar, decidió decirle a su jefe de manera educada que aceptaba la decisión que había tomado la empresa pero que no la compartía. Luego paso por la oficina de Recursos Humanos a conversar con la Sub Gerente y a decirle sus opiniones sobre las personas que laboran en una empresa en el siglo en el que estamos. En primer lugar, valorar al empleado como persona y que no sea un simple peón para alcanzar metas. Segundo, comenzar a cultivar líderes en la compañía y no jefes. En la compañía faltaba mucha horizontalidad y plan de crecimiento para cada uno. Tercero, que las personas sepan agradecer por el trabajo que realizas; está bien es tu trabajo, pero igual un gracias o una palmada en la espalda nunca esta demás.

Acto seguido recogió sus cosas de la compañía y desde ya comenzó a pensar lo que sería de él en el corto y mediano plazo. Sabía que estas cosas suelen pasar, pero nunca pensó que le pasaría a él cuando siempre se da integro por la empresa en la que trabaja. “Tranquilo”, me dijo, “si te pasa en verdad haz caso a la frase: “Las cosas pasan por algo”. Lo primero que hizo fue sentarse a ordenar su vida: pagar todas sus cuentas con el banco, sus préstamos, etc. Luego se dio un par de gustos para relajarse: viajes cortos dentro del país y comprarse cosas. Después de ordenar su vida, debía ordenar su cuerpo así que se metió al gym y a los 3 meses después bajó 4.5 kilos y casi 5% de grasa corporal. Cambió su alimentación por completo. Lo más importante es que también pudo tener más tiempo para su familia.

Eso fue la reorganización de su vida en el corto plazo, pero también comenzó a pensar qué será de él al mediano plazo: ¿Dónde me veo? ¿Qué estaré haciendo? ¿Qué es lo que quiero?.  La respuesta fue simple y concreta: Maestría. Se sentó a buscar qué es lo que realmente quería para estudiar y especializarse y lo encontró. Ahora ha pensado en hacerlo en 2 años y mientras tanto ahorrar.

No te desesperes en conseguir trabajo, este llegará, si más te estresas peor será la situación. Muchos se demoran dos, tres, cuatro o hasta seis y más; en su caso el destino quiso que sean tres. Ahora tiene un colchón de ahorros para su plan de la maestría. Además, acaba de ingresar a una compañía que quizás no es tan grande como la anterior, pero cumple con lo que buscaba en una empresa: encontrar calidad de personas, en donde no son peones, son PERSONAS y se divierten trabajando. Esa es la razón de ser de un empleado.

Este es un nuevo comienzo para él y es una nueva etapa en su vida que la tomó como un nuevo reto. Todo lo negativo tiene en el fondo un lado positivo, si tú lo quieres. La historia de mi amigo pasa a diario, tú tranquilo, respira, toma impulso y salta para algo más grande.

Acerca de Pachini

Comunicador de la U.Lima. Publicidad & Marketing. Coolhunter & Creativo. La mente es como un paracaídas, solo funciona cuando se abre.

Publicado el 08/02/2017 en Articulos y etiquetado en , , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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